A veces, al realizar reparaciones de coches, sobre todo de modelos antiguos, nos vemos en la necesidad de tener que usar piezas de segunda mano por varios motivos:

El precio de las piezas

El precio de compra de una pieza nueva y original es bastante caro y sale más rentable buscar una pieza usada. Por ello, los desguaces y mercados de segunda mano son mucho más baratos que los de las piezas originales. Además, gracias a Internet, hay una gran variedad de ofertas, por lo que podemos comprar la pieza en cualquier desguace y no limitarnos al más cercano.

Tiempos de entrega

Puede pasar que al pedir una pieza al fabricante, éste nos avise de que tardará meses en tener lista la pieza y si los clientes necesitan que el coche esté reparado lo antes posible, hay que buscar otras opciones. En este caso, recurrir al mercado de segunda mano de piezas es una de las soluciones más eficaces para poder reparar el vehículo y no demorar su avería.

Ya no se fabrican

Cuando nos encontramos con un modelo muy antiguo, puede ser normal que el fabricante haya dejado de fabricar ese tipo de piezas, por lo que no es posible comprar las piezas originales. En este caso, también recurrimos a piezas de segunda mano.

Hay que tener presente que las marcas de coches solo hacen piezas durante unos pocos años y aunque existe una industria auxiliar de piezas para el automóvil, le sucede algo similar. Y es que, no hay empresa en el mundo que pueda mantener un stock de piezas tan grande durante décadas.